El alcalde, Iñaki Azkuna, defiende que ya existen suficientes locales de rezo para musulmanes en la capital vizcaína y anunció el jueves que hará todo lo legalmente posible para impedir nuevas aperturas de culto al Corán.
Sus declaraciones no han sentado nada bien en el seno de la comunidad musulmana. «No vamos a tirar la toalla. Vamos a seguir luchando por hacer realidad esta mezquita. No queremos renunciar a ella», asegura El Farah.
Defienden que la comunidad musulmana ha crecido en el País Vasco. Hithem Abdulhaleem, profesor colaborador de la Universidad de Deusto y autor de un estudio sobre la comunidad islámica en el País Vasco explica que el número de musulmanes se ha incrementado y que, debido a este repunte demográfico, las necesidades sociales y espirituales también, por lógica, han aumentado.
“Es normal que se promuevan nuevos espacios de culto siempre que cumplan la legislación establecida y que cuenten con un consenso social”, manifiesta. La comunidad vasco-musulmana está integrada en la actualidad por 30.000 personas, de las cuales casi la mitad residen en Vizcaya. En Bilbao, tienen tres espacios de rezo y ya existe un proyecto de traslado de uno de esos templos, la mezquita Alforkan situada en la calle Cortes, a un local más grande para lograr así ampliar su aforo.
“Los vecinos nos conocerán y estamos seguros de que cambiarán su actitud”, explican. “Una mezquita no trae problemas, entendemos que la inmigración ha generado delincuencia pero no es justo que generalicen”. Un ejemplo: “los problemas de botellón en la calle Fika están desapareciendo desde que se instaló la mezquita”.
Fuente: Minuto Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario