El mantenimiento de menores de origen magrebí en el País Vasco cuesta más de 60 millones de euros, o lo que es lo mismo: 10.000 millones de las antíguas pesetas cada año.
Las cifras contrastan con los recortes que sufre la seguridad de los amenazados por ETA o la persecución de aquellos nacionales que cobran las ayudas de emergencia. Cada menor magrebí internado en un centro especial cuesta al erario público cerca de 3.000 euros mensuales, y cuando cumplen los 18 años abandonan los centros y pasan a cobrar una ayuda de 990 euros mensuales además de otros 250 euros para vivienda.
Los datos que manejan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado demuestran que el 55% de los crímenes que se producen en Bilbao los cometen estos inmigrantes, y son además responsables del 90% de las denuncias por violaciones.
Fuente: Minuto Digital
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